Casos reales de acoso laboral en España

Casos reales de acoso laboral en España

En España aumentan los casos de acoso laboral. A menudo las víctimas no lo denuncian porque no saben qué es el acoso laboral y que la ley reconoce y protege los derechos de la víctima. El principal objetivo de este artículo es, por tanto, facilitar información sobre lo que podemos hacer para denunciar y resolver estas situaciones.

Hemos elaborado una completa guía que abarca desde la definición de acoso escolar, los tipos de acoso, los síntomas cuando se detectan, cómo afrontarlos, las reclamaciones de las víctimas de acoso, los procedimientos y pruebas para tramitar las denuncias de acoso y los derechos vulnerados por el acoso escolar.

¿Qué es la intimidación y el acoso en el lugar de trabajo?

Casos reales de acoso laboral en España

Para entender qué es el acoso, primero hay que saber qué es el acoso. El acoso es una situación en la que una persona atenta contra la dignidad de otra y crea un entorno intimidatorio, humillante u ofensivo mediante un comportamiento no deseado.

El acoso laboral (también conocido como mobbing) es un conjunto de comportamientos hostiles que se producen en el entorno laboral y afectan al estado emocional de los trabajadores y comprometen su integridad.

En otras palabras, se produce cuando un trabajador es objeto de un comportamiento abusivo o de violencia psicológica en el entorno laboral. Estas conductas suelen manifestarse en palabras o comportamientos que atentan contra la dignidad y la integridad psicológica de la persona afectada y pueden poner en peligro o deteriorar sus condiciones de trabajo.

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Esto puede acarrear problemas de salud a los trabajadores, como ansiedad, estrés, pérdida de autoestima y depresión, que a su vez pueden provocar absentismo laboral por depresión.

Una vez más, para que se considere acoso, el maltrato debe ser sistemático (por ejemplo, varias veces a la semana) y producirse durante un periodo de al menos seis meses, según la definición del Instituto Nacional de Salud y Seguridad.

En cualquier caso, este límite temporal debe interpretarse con flexibilidad, ya que lo importante no es el tiempo sino la idea de continuidad del acto violento.

Síntomas de victimización para identificar el acoso laboral

Algunos síntomas que ayudan a reconocer el acoso laboral.

  • Relaciones distantes Cuando un supervisor o compañero ignora a un trabajador, se niega a hablar con él o es grosero y le grita.
  • Falta de respeto por el trabajo. Críticas poco constructivas que merman la libertad de volver al trabajo por miedo a ser criticado de nuevo.
  • Carga de trabajo. También hay casos en los que se obliga a la gente a realizar trabajos poco razonables. En otros casos, no se les da trabajo para acusarles de pereza o de no hacer nada. Este segundo caso es más complicado de probar, ya que debe establecerse si el trabajo se realiza voluntariamente o si ha disminuido la necesidad de trabajo de la empresa.
  • Trabajo no asegurado. Los trabajadores también pueden verse obligados a realizar trabajos para los que no se han tomado las medidas de seguridad adecuadas, poniendo en peligro su integridad física.
  • Amenazas. Puede expresarse mediante gestos, palabras o texto y puede incluir insinuaciones o proposiciones sexuales. El problema es que si se trata de acoso indirecto, el acosador puede alegar que es "sólo una broma".

A diferencia de los cientos de artículos sobre acoso escolar que hay en Internet, este artículo explica cómo defenderse del acoso utilizando un arma que es tan eficaz o más que la que utiliza tu jefe. Te han dicho que lo aguantes, pero ahora aprenderás lo fácil que es darle la vuelta a la tortilla.

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Bullying es un término moderno para referirse a los jefes que "acosan" a los trabajadores para que renuncien voluntariamente a fin de evitar indemnizaciones por despido o rescisiones de contrato.

El despido puede ser libre, barato y gratuito. Una empresa siempre puede recurrir al despido improcedente de un trabajador sin causa justificada, salvo contadas excepciones. Y si hay causa justificada, es posible un despido objetivo más barato e incluso un despido disciplinario libre.

Por el contrario, el despido sin causa disciplinaria justificada no es gratuito, y entonces al empresario se le puede ocurrir la "feliz" idea de amedrentar a un empleado bien informado como el que está leyendo este artículo y que no sabe lo que hace. Si se encuentra en esta situación, debe tener en cuenta una serie de factores. Algunas de ellas pueden contradecir lo que siempre has creído y, sobre todo, lo que siempre te han dicho.

  • La empresa no puede despedirte sin indemnizarte mientras cumplas las normas laborales mínimas, que pueden ser tan bajas o mucho más bajas de lo que la empresa te diga.
  • Siempre que le despidan, aunque se trate de un despido disciplinario procedente, tiene derecho a percibir el subsidio de desempleo si cumple los demás requisitos habituales. Incluso si se niega a presentar un certificado de empresa.
  • La empresa es la que más tiene que perder en una situación así, ya que perjudica enormemente el desarrollo de la producción, las relaciones con otros empleados e incluso las relaciones con clientes y proveedores. No es buena idea hablar mal de la empresa, sobre todo cuando se tiene razón al hacerlo.
  • Si se da cuenta de que la empresa no quiere continuar, no tiene nada que perder. A partir de ese momento, la empresa, la producción, los clientes y, por supuesto, tu propio trabajo dejan de importar. Puedes ser como un enfermo terminal al que ya no le importan los hábitos alimenticios, fumar, beber o lo que le ocurre al mundo.
  • El tiempo está de tu parte. Cada día que pasa trae consigo el salario, las cotizaciones a la seguridad social, las vacaciones, posiblemente más indemnización por despido y, a menos que tengas un tope, un periodo de desempleo más largo.

    Si no pagas por las buenas, tendrás que pagar por las malas, lo que puede acarrear sanciones e intereses de demora adicionales. El FOGASA ofrece apoyo en caso de quiebra.

  • Puede grabar en secreto conversaciones en las que participe y utilizarlas contra la empresa en un juicio. Las grabaciones ocultas pueden ser una prueba eficaz en los litigios laborales. Algunos trabajadores han utilizado con éxito este método para obtener un pago de 150 000 euros de su empleador.

Si le despiden voluntariamente, debe esperar hasta seis años a que finalice su próximo trabajo por causas ajenas a su voluntad, pero no percibirá ninguna indemnización por despido ni subsidio de desempleo. En cambio, si te han despedido, la recuperación del desempleo comienza en cuanto recurres y, si no existe un motivo válido para tu despido disciplinario, debes pagar una indemnización o ser readmitido y percibir la paga de tramitación.

Terminación acordada.

Una rescisión pactada habitual por las empresas es la firma de un recibo "con derecho a desempleo" sin cursar realmente el preaviso y la indemnización por despido, lo que se reconoce como despido improcedente.

Este tipo de acuerdo sólo beneficia al empresario. Esto se debe a que la indemnización por despido se contabiliza y justifica como si la hubiera percibido usted mismo. Esto significa que el dinero sale "oficialmente" de la empresa, pero el empresario lo conserva como persona física en dinero B. También podría aumentar las pérdidas de la empresa y proporcionar una buena excusa para despedir objetivamente a otros empleados.

Estos contratos con el pretexto de cobrar la indemnización por despido no son beneficiosos para el trabajador porque la empresa no decide si cobra o no el subsidio de desempleo. En otras palabras, la empresa no puede afectar a su derecho al subsidio de desempleo en caso de despido, aunque cumpla las demás condiciones habituales. En otras palabras, no es la empresa la que decide o concede su "derecho al desempleo".

La empresa puede decidir si le despide o no. Pero si te despiden, tienen que pagarte una indemnización, salvo que sea un despido disciplinario procedente, y tienes derecho al desempleo independientemente de lo que piensen. Y si no son despedidos, siguen cobrando salarios y cotizaciones. Y, por supuesto, no es la empresa, el sindicato o la consultora quien decide si un despido disciplinario es procedente, sino el juez en caso de impugnación.

En definitiva, un finiquito que simula una indemnización por despido consiste en que la empresa no te da nada porque supuestamente sigues en el paro, pero tú entregas a otra empresa el importe del finiquito en un sobre sin recibo.

El otro caso es que la empresa abone íntegramente la indemnización correspondiente y el resto del concepto y ofrezca al trabajador un preaviso. En estos casos, es importante recordar que las empresas suelen cometer "errores" en las indemnizaciones por despido. El cálculo de la indemnización por despido puede solicitarse a través de un servicio especializado de asesoramiento laboral privado para trabajadores, sin necesidad de que intervenga la empresa en cuestión. Por supuesto, no hay ninguna razón para negociar una indemnización inferior a la correcta. Muchos empresarios que negocian despidos lo saben. De nuevo, la misma situación: si quieres que te despidan, pagas todo lo que debes; si no quieres que te despidan, sigues cobrando sueldo, cotizaciones, etc.

Qué puedes hacer para protegerte del acoso.

La medida más eficaz que puede tomar en un hipotético caso judicial es grabar en secreto las conversaciones cara a cara o telefónicas que aporten pruebas o al menos indicios de acoso, aunque tengan lugar dentro de la empresa. Las grabaciones pueden utilizarse como prueba en determinadas condiciones. Por el contrario, grabar es inútil si no tiene intención de emprender acciones legales contra el acoso.

En función de la situación laboral de cada caso, se adoptarán medidas como presentar una denuncia ante un inspector de trabajo o interponer una demanda ante un juzgado de lo social.

Normalmente puede conseguirlo emprendiendo las acciones legales oportunas.

  • Permanecer en la empresa pero recibir una indemnización por el acoso.
  • Dimite voluntariamente pero recibe indemnización por acoso, indemnización por despido improcedente (45 d antigüedad antes del 2 de diciembre de 2012, 33 d antigüedad después del 2 de diciembre de 2012) e indemnización por desempleo.
  • Además, tiene derecho al pago de todos los salarios adeudados con intereses de demora del 10% anual. En caso de quiebra de la empresa, el FOGASA efectuará los pagos, aunque sólo dentro de ciertos límites. Esto permite reclamar la diferencia salarial si la empresa paga menos del salario acordado, lo que suele ocurrir sin el conocimiento de los trabajadores.
  • Además, también se pueden imponer sanciones a una empresa por acoso o impago.
  • Por supuesto, las sanciones por empleo y sueldo injustificados pueden ayudarte a recuperar tu dinero sin tener que recuperar el trabajo que faltaste ese día.

Si se demuestra el acoso laboral, la empresa puede tener que pagar no sólo las deudas e indemnizaciones habituales, sino también indemnizaciones y sanciones adicionales más elevadas. Gracias a la nueva Ley de Justicia Social, las demandas por acoso pueden resolverse más rápidamente y ahora es posible demandar tanto al acosador como persona física como a la empresa. También puede pedir al juez que le dispense del trabajo hasta la fecha del juicio. Puede hablar de su caso en privado para saber más sobre las opciones en su caso particular.

Gira la tortilla.

Las medidas contra el acoso pueden ser más eficaces si no sólo son defensivas, sino también ofensivas. Esto significa no sólo evitar que la situación empeore, sino también mejorarla.

Al fin y al cabo, es seguro que tu futuro no está en esa empresa y, mientras estés en ella, deberías ser capaz de maximizar tu felicidad en ella. Lo contrario es dejar claro a la empresa que no necesita permiso para cumplir la ley, que puede despedirla si no le gusta, pero que pagará el precio.

Esto le permite trabajar a su antojo sin sobrepasar la jornada máxima estipulada en el convenio colectivo, a menos que las horas extraordinarias sean obligatorias y se remuneren o compensen aparte. Sólo puede trabajar lo que corresponde a su clasificación profesional o más si percibe una indemnización. Por supuesto, puede disfrutar de todas las vacaciones retribuidas a las que tenga derecho en virtud del convenio colectivo y de la Ley de Normas Laborales. Si te pones enfermo, puedes ir al médico y si éste decide que es conveniente darte la baja, no tienes por qué oponerte. Puedes mantener un buen ritmo de trabajo, no necesariamente rápido, pero por supuesto sin perjudicar tu salud.

Como trabajador (artículo 1 del EGBGB) eres irrelevante para los riesgos de la empresa e igualmente irrelevante para sus intereses. Es decir, si hacen algo mal, es su problema, no el tuyo. El único problema es que entonces serán desestimados. En resumen, darle la vuelta a la tortilla es traicionar el dicho favorito de los empresarios: "Si no te gusta, no lo hagas, esa es la puerta". Dale la vuelta a esa frase y esto es lo que obtienes". Así es como trabajo, y si no te gusta, puedes despedirme".

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Resumen

José

¡Bienvenido a mi humilde blog! Soy José, empresario y novato escritor. Estudié ADE y después de años trabajando voy a intentar compartir mi conocimiento con todos vosotros. Si necesitas consejos y experiencias sobre este mundillo, no dudes en leerme.

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