Como saber si una empresa es solvente

La solvencia de una empresa puede ser uno de los mejores indicadores de su viabilidad a corto plazo. La solvencia de una empresa significa que puede hacer frente a sus gastos y, por tanto, dispone de fondos suficientes.
La solvencia de una empresa es crucial para hacer frente a las crisis económicas y de mercado y a los cambios rápidos. Las empresas con poca solvencia tienen más probabilidades de enfrentarse a la quiebra en épocas de descenso del consumo o de grandes cambios en el mercado.
En este contexto, el Asturias Executive MBA pretende introducirte en el concepto de solvencia y en cómo las empresas pueden demostrar que son solventes.
¿Qué es la solvencia?

La solvencia puede definirse como la capacidad de una entidad para hacer frente a sus obligaciones de pago, independientemente del momento en que se efectúen dichos pagos.
Una entidad es más o menos solvente si es capaz de obtener fondos suficientes para cubrir sus costes durante un periodo de tiempo prolongado.
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Las empresas pueden recibir ayuda para hacer frente a sus obligaciones de pago a corto plazo y funcionar de manera estable. Sin embargo, será más estable si puede asumir estas obligaciones de pago durante más tiempo.
Por tanto, lo que se puede tener en cuenta a la hora de analizar la rentabilidad de un proyecto empresarial es la correcta gestión financiera de la empresa para mantener su solvencia. Además, es importante poder predecir los riesgos financieros y de mercado que pueden afectar a la solvencia de la empresa. Por lo tanto, prever los gastos es fundamental para planificar las necesidades de la empresa y evitar riesgos.
Diferencia entre solvencia y liquidez
También es importante aclarar que solvencia y liquidez no son lo mismo. Una empresa puede tener liquidez para hacer frente a los pagos pero no ser solvente. Y una empresa puede ser solvente pero no líquida.
Estos dos casos pueden entenderse muy fácilmente con la ayuda de algunos ejemplos.
Supongamos que una empresa tiene que pagar una deuda de 400 000 EUR a un proveedor, pero para ello tiene que vender parte de su flota y sus instalaciones. Esta empresa tiene liquidez para hacer frente al pago, pero es poco probable que sea solvente a largo plazo.
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No es solvente porque sus activos (ventas, ingresos financieros, etc.) no generan la liquidez necesaria para hacer frente a los pagos. Es posible que parte de estos 400 000 euros sean activos que no pueden convertirse fácilmente en efectivo, poniendo en peligro la solvencia. Tarde o temprano, la empresa se verá obligada a cerrar o a declararse en quiebra.
Si la empresa es solvente a largo plazo pero carece de liquidez suficiente a corto plazo, puede deberse a un impago momentáneo, pero no significa que sea insolvente.
Se trata de un documento legal que demuestra la propiedad de determinadas acciones del capital de una empresa pública. Este artículo le dirá todo lo que necesita saber y, lo que es más importante, le dirá si la empresa es solvente en España. Además, este es un artículo informativo donde aprenderás todos los pasos para llevar a cabo este proceso.
¿Cómo sé si mi empresa es insolvente?

Para ilustrar este concepto, mencionaremos dos términos habituales en solvencia: Liquidez y rentabilidad.
En economía, una persona que paga puntualmente sus obligaciones y deudas se denomina "solvente".
Sin embargo, esto no es del todo correcto, porque también es posible ser solvente sin ser líquido. También es posible ser rentable pero no necesariamente líquido. ¿Le parece confuso?
Es decir, poder pagar las deudas significa ser solvente. Y el fácil acceso al dinero, la liquidez de los recursos financieros, permite también pagar las deudas, es decir, la liquidez. Pero también hay casos en los que la gente tiene dinero procedente de inversiones, por ejemplo inmobiliarias, y las vende para pagar sus deudas. Por lo tanto, dicen que son solventes pero no disponen de fondos ni liquidez.
Puede haber liquidez, pero no suficiente para cubrir las obligaciones, y no necesariamente solvencia.
Económicamente, la situación es la misma porque los activos de una empresa equivalen a liquidez y pueden convertirse fácil y rápidamente en efectivo. Cuando se convierten en efectivo a corto plazo o inmediatamente, se denominan activos líquidos, por ejemplo, acciones, bonos, etc.
Si una empresa es capaz de cumplir puntualmente sus obligaciones, se denomina solvente. La liquidez tampoco es un requisito, pero en la mayoría de los casos genera solvencia.
Los fondos suelen invertirse a largo plazo, es decir, son solventes, pero no líquidos porque no pueden reponerse tan rápidamente. Sin embargo, la solvencia existe porque hay una garantía de pagos.
Pasamos ahora a la rentabilidad, es decir, que la empresa produzca más de lo que ha invertido y que obtenga beneficios.
Esta condición es indispensable para que una empresa sobreviva y se mantenga en el mercado. Sin beneficios no hay solvencia ni liquidez, es decir, la empresa está a punto de cerrar. Así pues, al analizar la situación financiera, estos tres términos están estrechamente relacionados y cada uno tiene su propio significado.
En otras palabras, es posible ser solvente pero no tener liquidez, o viceversa. Sin embargo, la ausencia de rentabilidad, solvencia y liquidez no es aceptable.
Próximos pasos
En este apartado le indicamos cómo comprobar si una empresa es solvente en España.
El análisis de las finanzas de la empresa requiere información sobre el balance.
Es un conjunto de estados financieros que revelan los datos económicos y financieros de una empresa en un momento determinado. Requiere activos, pasivos y activos netos. Estos elementos -bienes, derechos y obligaciones- constituyen el activo.
Los datos para calcular la solvencia y la liquidez se toman de este balance.
Sin embargo, la legalización de libros no es obligatoria. Puede sustituirse por una declaración IRPF adjunta a los libros.
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