Denuncia por despido improcedente

Hay muchos tipos diferentes de terminaciones y siempre es importante conocerlas, especialmente sus condiciones previas y sus efectos. Sin embargo, en tiempos de inestabilidad como los que vivimos actualmente, esta cuestión es aún más importante.
El despido improcedente se distingue de todas las demás formas de despido porque es muy frecuente y tiene consecuencias muy diversas.
¿En qué casos está injustificado el despido?

El despido improcedente se produce cuando una empresa pone fin a la relación laboral con un empleado sin cumplir la ley.
El Código de Trabajo prescribe una serie de condiciones para que un despido se considere procedente. Si la empresa no cumple estos requisitos, el despido es improcedente. Si se demuestra, puede dar lugar a un aumento de sueldo o a la reincorporación.
En general, el despido se considera improcedente si.
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- El motivo del despido es falso en cualquiera de sus formas.
- No se han seguido los procedimientos establecidos.
El despido improcedente goza de mayor protección jurídica que otros tipos de despido debido a su naturaleza especial.
Injusticia según el tipo de despido
El Código de Trabajo sólo contempla dos tipos de despido como despido improcedente.
- Despido disciplinario: por incumplimientos graves y sustanciales de las obligaciones del trabajador.
- Despido por causas objetivas: por motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción, por deficiencias del trabajador descubiertas tras el inicio de la relación laboral, o por incapacidad del trabajador para adaptarse a determinados cambios en el trabajo.
En ambos casos, el despido se considera legal si se cumplen los requisitos y procedimientos legales.
Entre las infracciones que pueden dar lugar a un despido improcedente, en función de la naturaleza del despido, figuran las siguientes.
- Despido por motivos disciplinarios: cuando la infracción alegada por la empresa en el despido no está suficientemente probada. O si la infracción se considera tan leve que no constituye motivo suficiente para el despido.
- Despido objetivo: cuando no hay pruebas de mala conducta del trabajador ni razones económicas, técnicas, organizativas o productivas. También en los casos en que no se hayan seguido determinados procedimientos, como avisar por escrito y detallar las causas.
- Cuando se destituye a un delegado sindical: Si no hay antecedentes contradictorios, no se escucha al delegado destituido o no se cumplen los requisitos estrictos.
*Contenido modificado 2022.
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La crisis económica no ha frenado la caída del empleo, convirtiendo a España en el país con mayor número de despidos de la eurozona. Sin embargo, no todas las condiciones de redundancia son iguales.
La legislación española exige que los despidos estén vinculados causalmente. Esto significa que la empresa y el trabajador deciden poner fin a la relación laboral de acuerdo con las disposiciones del contrato o de conformidad con las obligaciones y derechos acordados por las partes.
El problema surge cuando el empresario decide por iniciativa propia rescindir el contrato, independientemente de las condiciones negociadas y sin que el trabajador haya creado las circunstancias para la rescisión. En este caso, el despido no está justificado y el trabajador tiene derecho a demandar por despido improcedente.
¿Cuándo un despido es improcedente?

Existen dos motivos de despido improcedente.
- Incumplimiento de los requisitos formales. Por ejemplo, no notificar previamente por escrito los motivos del despido o cese, no indicar la fecha del cese en la notificación escrita, no solicitar la opinión de los trabajadores afectados o de otros miembros del sindicato, si los hubiera.
- Incumplimiento de requisitos materiales o "requisitos esenciales". Esto ocurre cuando el empresario no indica el motivo en la notificación.
Procedimiento para reclamar un despido improcedente
Si un trabajador no está de acuerdo con las condiciones de su despido, tiene derecho a hacer valer esta situación, que puede ser ilegal.
La primera opción es solicitar un certificado de conciliación en la junta municipal de conciliación, resolución de conflictos y arbitraje correspondiente. Debe hacerlo en un plazo de 20 días laborables a partir de la notificación.
Las autoridades laborales llaman a ambas partes, explican los motivos y llevan a cabo un procedimiento de conciliación para que se pueda llegar a un acuerdo. Si el empresario y el trabajador llegan a un acuerdo, tienen dos opciones: Indemnización o reincorporación.
Sin embargo, si las dos partes no llegan a un acuerdo, o si el empresario no asiste a la reunión, el trabajador puede presentar una demanda ante el Tribunal Laboral en el plazo de 20 días desde el despido.
En los tribunales, el trabajador tiene la oportunidad de demostrar que se han vulnerado sus derechos con la rescisión del contrato de trabajo y que las alegaciones de la empresa en la notificación de despido no son ciertas. El tribunal laboral es el órgano que toma las decisiones y clasifica los despidos. Si el despido se considera improcedente, el empresario tiene derecho a elegir entre la indemnización o la readmisión del trabajador.
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