Ejemplos de competencia perfecta en España
Algunos aspectos del mercado los controlan las empresas, mientras que otros los deciden los consumidores. Un equilibrio en el que las empresas y los consumidores se benefician al mismo tiempo se denomina competencia perfecta. En este artículo analizaremos un ejemplo de competencia perfecta.
Mercados perfectamente competitivos: ejemplos
Cuando hablamos de competencia perfecta, nos referimos a equidad, igualdad y equilibrio que deben beneficiar tanto a las marcas como a los consumidores. Es un equilibrio entre la oferta y la demanda.
Existen varios ejemplos de modelos de competencia perfecta, como el citado en este artículo. Además, hay algunas características importantes que merece la pena mencionar. En la actualidad, hay un gran número de productores y consumidores. Conocen muy bien el mercado. Podemos hablar de la coherencia de las ideas racionales que benefician a ambos grupos (productores y consumidores).
Otra característica fundamental de la competencia perfecta es la existencia de productos homogéneos muy similares. No hay restricciones de entrada y salida. El concepto de monopolio no existe. La producción y, por tanto, el consumo de productos y servicios también son muy sencillos. Los precios y los impuestos son aceptados tanto por los productores como por los consumidores.
En este sentido, tras considerar las características básicas de la competencia perfecta, se exponen algunos ejemplos para ofrecer una imagen clara de la misma. Además, estos ejemplos demuestran que este tipo de mercado es posible y bastante compatible con las necesidades de la sociedad.
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El sistema es muy similar al de la agricultura, del que hablaremos a continuación. Los precios vienen determinados por las condiciones del mercado y no por el vendedor.
La competencia perfecta es una situación de mercado en la que las empresas no establecen reglas del juego porque no tienen poder suficiente para determinar el precio de sus productos. En otras palabras, los precios vienen determinados por la interacción entre proveedores (empresas) y demandantes (clientes).
En este mercado hay muchos compradores y muchos vendedores, y ninguno de los dos grupos puede influir decisivamente en los precios. Todo depende de su producto, pero su precio se fija impersonalmente según las leyes de la oferta y la demanda.
Factores de mercado en competencia perfecta
Sin embargo, este mercado perfectamente competitivo sólo puede existir si se cumplen determinados factores.
No hay ninguna empresa que tenga ventaja sobre las demás
Por lo tanto, el mercado no se concentra en unas pocas manos que influyan en el precio final. Es el caso del monopolio, en el que una empresa monopoliza una parte del comercio. Otra forma es el oligopolio. En este caso, el número de vendedores se reduce para gestionar la venta de un producto concreto como si se tratara de un monopolio.
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Ya sean compradores o vendedores. Es el propio mercado el que determina los precios, ni demasiado altos para frenar el consumo y fomentar el exceso de producción, ni demasiado bajos para frenar la producción y fomentar el exceso de consumo.
Homogeneidad de los productos
Esto significa que los productos de cada segmento de mercado son los mismos. A los consumidores no debería importarles comprar un producto u otro. No hay campañas de marketing en este mercado idílico. Los vendedores no deben seguir una estrategia de mejora de sus productos con respecto a los competidores, ya que ello va en contra del imperativo de homogeneidad de los productos.
Transparencia total
Los agentes económicos conocen los precios y las características de los bienes para poder tomar sus decisiones de compra de forma adecuada y racional.
Movilidad de los recursos
Los materiales están disponibles en otras regiones en igualdad de condiciones y las empresas pueden salir o entrar del mercado sin restricciones.
Falta de marketing
Los fabricantes y vendedores no dedican tiempo a desarrollar estrategias de marketing para distinguir sus productos de los de la competencia, ya que esto contradice el requisito de homogeneidad. Por lo tanto, no desarrollan estrategias de precios, publicidad u otros programas de promoción de ventas.
Competencia perfecta: situación en la que la oferta y la demanda coinciden
En un mercado de competencia perfecta, el precio de mercado es independiente del nivel de producción de la empresa.
Un buen ejemplo de ello es el actual mercado del petróleo, donde las decisiones de los países productores (que en este caso pueden definirse como participantes en el mercado) influyen decisivamente en el precio final del producto. El mercado de los carburantes es un buen ejemplo para comprender que es cualquier cosa menos un ejemplo de competencia perfecta, ya que existe una enorme relación entre la producción de un actor y el precio final al consumidor.
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