Moraleja de la lechera
Disfruta de la fábula de la niñera, una historia aleccionadora que te ayudará en la vida. Si lees esta fábula, puede que encuentres la respuesta a lo que buscas.
Cuando lees una fábula, ¿has pensado alguna vez cómo podría ayudarte en tu vida? Si es así, sigue leyendo estas fábulas y puede que encuentres la respuesta a lo que buscas.
No importa la edad que tengas, una fábula, como una parábola, puede mostrarte el camino a seguir.
En BelenCribs queremos ayudarte, y por eso hemos preparado algunas fábulas para entretenerte y ayudarte a educar a tus hijos y alumnos. Además de las fábulas, también te ofrecemos ejercicios de comprensión lectora que puedes hacer con tus hijos.
Vídeo con la historia de la niñera
Moraleja: A veces la ambición nos hace olvidar que es importante vivir y disfrutar el momento.
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1. ¿dónde vivía la pareja?
A. "En una buena casa".
B. "En una granja
C. "En una cueva
2. ¿Dónde trabajaba la persona?
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B. - En el suelo
C. - En el pueblo
3. ¿Qué hizo la mujer?
Trabajo sobre el terreno
Trabajadores del pueblo
C.-Tareas.
4. "¿Qué hizo el marido un día?
A. "Ordeñar una vaca".
B. "Ordeñar una oveja
C. "Limpieza del establo
C. "¿Qué le dijo el marido a su mujer?
A. "Prepararle una comida".
B. "Para llevarle herramientas.
C. "Ir al mercado".
6. "¿Dónde ha puesto la botella de agua?
A. - De pie.
B. - En la cintura
C. - En la cabeza
Hola de nuevo, ¿cómo estás? Espero que las cosas vayan bien.
Hoy os traigo un artículo un poco diferente para vuestro blog. Tanto el título como la imagen introductoria le habrán llamado la atención.
Sí, hoy voy a escribir sobre la historia del cochecito y las lecciones erróneas de esa historia, al menos desde la perspectiva del marketing online.
Pero antes, aprovechando mi formación en psicología, me gustaría explorar el efecto de los cuentos de hadas en los niños.
Los cuentos son una herramienta excelente para educar a los niños, pero hay que tener mucho cuidado con la moral que les enseñamos. A partir de la adolescencia disponemos de una serie de herramientas para evaluar críticamente la información que recibimos, pero cuando somos jóvenes no disponemos de estas herramientas y asimilamos la información que recibimos sin filtrar.
¿Has pensado alguna vez en todo lo que has aprendido de las historias que te han contado? Probablemente, o al menos no todos.
Por eso debemos estar atentos. Porque las lecciones que enseñamos son verdades casi públicas que permanecerán como patrimonio cultural a los ojos de nuestros hijos durante toda la vida.
Ahora vayamos al grano y veamos por qué no creo que la historia de la niñera deba contarse así, y mucho menos sacar semejante conclusión.
¿Quiere leer el resto del artículo?
Recuerdo la historia de la niñera
Supongo que conoces la historia, pero no te preocupes si no es así. Contar historias es uno de mis placeres. Tómese su tiempo para ver cómo ha evolucionado con el tiempo la historia que se dice que contó Esopo en el siglo VI a.C.
Se trata de una versión moderna del cuento del cochecito. Al menos esa es la versión que yo he oído. Aquí está.
Cuenta la leyenda que una niña de una tierra lejana llevaba al mercado una jarra de leche recién exprimida y, de camino a casa, su imaginación (o no) se vio estimulada.
-Esta leche es tan deliciosa que dará mucho dinero en el mercado. Con el dinero puedes comprar pollitos que crecerán rápidamente y pondrán muchos huevos, que luego podrás vender fácilmente. Con los beneficios compraré lechones y los engordaré, y cuando sean lo bastante grandes haré deliciosas salchichas que serán muy populares en el mercado. Y cuando las venda, tendré dinero suficiente para comprarme mi propia vaca y vivir muy feliz el resto de mi vida.
La niñera fue tan considerada que no se dio cuenta de que una rama cruzaba la carretera. En ese momento, la jarra de leche se le resbaló de las manos y derramó todo su contenido por el suelo.
El pobre lechero lloró y lloró cuando vio que las vacas, los lechones, los pollitos e incluso la leche que había estado acaparando sólo unos segundos antes habían desaparecido por arte de magia y se había quedado con las manos vacías.
Fin.
Y así termina la historia de la niñera. Pero todas las historias de niñeras son más o menos iguales, ¿no?
Ahora viene la pregunta más importante. La razón por la que he traído esta historia a un blog de marketing online es porque ha llegado el momento de sacar algunas conclusiones. No es disparatado que haya una moraleja en el cuento de la niñera.
Lecciones perjudiciales del cuento de la niñera
¿A qué conclusiones ha llegado tras releer la historia? Si lo piensas ahora, quizá no sea lo mismo que te enseñaron de niño (o quizá sí).
La conclusión más famosa del cuento de la Niñera (aunque no la única) es que no debemos ser ambiciosos. Si no mantienes los pies en el suelo y actúas con realismo, puedes acabar con las manos vacías como el protagonista.
Qué terrible moraleja.
Pero veamos esta historia desde una perspectiva más empresarial.
Lo que Milkmaid está haciendo básicamente es elaborar un plan de negocio: Haz A de esta manera, y utiliza los beneficios para pasar a B, C y luego D. Es un plan de negocio sencillo, pero un plan de negocio al fin y al cabo.
De hecho, este tipo de discurso, al menos en España, socava las capacidades emprendedoras de una sociedad histórica y culturalmente bastante desempoderada.
La historia sería mucho más útil si no terminara en este punto. Si hubiera un apéndice con una relación como.
La llorosa niñera estaba decidida a no rendirse.
En ese momento pensó de repente. Esta vez pondré el tapón en la jarra y volveré a intentar hacer realidad mi sueño.
Son sólo unas palabras más, pero hay que ver lo mucho que cambia el enfoque de la historia.
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